Los ásanas de fuerza desarrollan la propia voluntad.
Son posturas que movilizan la energía y por ello favorecen la posterior relajación. En todas ellas varias zonas corporales se van fortaleciendo y tonificando.
En función de la persona que practica, estas posiciones pueden adaptarse para poder realizarse igualmente.
Efectos:
- Tonificación de brazos y piernas
- Ampliación de la respiración
- Estimulación energética
- Estiramiento vertebral
- Tonificación de la espalda
- Desarrollo de la determinación y la voluntad
- Fortalecimiento abdominal
- Facilitan la relajación e interiorización
- Recentran las energías dispersas
En la foto, Navasana (postura de la barca)