Estos asanas suponen un gran riego sanguíneo hacia el cerebro, de lo que resulta un efecto estimulante de la actividad cerebral. De esta manera, podemos despertar áreas cerebrales que permanecen inactivas. Las posturas invertidas inyectan  energía a nivel mental, estimulando las facultades superiores de la mente. Mejorando así la salud cerebral, mejoramos también la salud de todo el cuerpo.

Estas posturas pueden practicarse aisladamente o dentro de una sesión, tanto al comienzo como al final de la misma.

La posición de la foto es Shirshasana, considerada por algunos maestros como las postura más importante del Hatha Yoga, por la cantidad de efectos beneficiosos que aporta a todas las estructuras del cuerpo y de la mente.

Efectos:

– Gran riego cerebral

– Regula el sistema endocrino

– Rejuvenece el organismo y aporta una mayor resistencia vital.

– Estimula y regula el funcionamiento de todos los órganos y sistemas del cuerpo. Mejora la vista y la audición

– Combate múltiples dolencias: asma, dolores de cabeza, falta de energía, hemorroides, varices, insomnio…

– Equilibra el componente energético

– Elimina la ansiedad, timidez, …

– Mejora la memoria, concentración y creatividad

– Equilibra la actividad de ida y pingala

– Procura estabilidad emocional

– Muy recomendable su práctica para posteriores prácticas de meditación.

 

En la Escuela de Yoga Zaragoza adaptamos los ásanas invertidos a las capacidades de cada alumno para que le aporten el máximo de beneficios posible, sin riesgos.

En la foto, Shirshasana (postura sobre la cabeza)