Me encantan las posturas invertidas. Tienen cierta dificultad en su ejecución y al principio se aconseja que una persona supervise que lo estás haciendo correctamente para evitar lesiones.

Pero una vez aprendida la técnica, poder permanecer minutos en estas posiciones, enganchan enormemente por el bienestar que producen a nivel mental y psicológico.

Te animo a iniciarte en este tipo de ásanas. Feliz práctica!